Por: Luis Medina Lizalde
La Lucha contra la corrupción emprendida por López Obrador goza de consenso ciudadano y de innegable apoyo internacional, los datos que brotan fortalecen la conciencia de que de no hacerlo México se quiebra, el clero político, los núcleos empresariales, las fuerzas armadas y demás soportes de la estabilidad, incluyendo una porción apreciable de medios de comunicación, ofrecen respaldo a lo sustancial acompañado de observaciones específicas, a veces de detalle, en contraste, todavía no atinan a encontrar su papel en esta épica batalla, buena parte de los gobernadores.
Los gobernadores del siglo veinte y lo que va del veintiuno, reprodujeron la psicología dependiente que cuajo en el Porfiriato que los hace ver en el Presidente de la República al papá sobre- protector, regañón y severo a veces otras cálido y complaciente pero híper decisivo para lo trascendente, no podía ser de otra manera en un sistema político formalmente federal pero realmente centralista.
Los gobiernos de los estados dejaron solos a Felipe Calderón y a Peña Nieto frente al crimen organizado, ambos se quejaron de que todo se dejó a cargo del ejército y policía federal al mismo tiempo que presidentes municipales y gobernadores se hacían los disimulados, todos lo vimos, en los últimos doce años carecieron de estrategias propias, se apoltronaron en la obediencia cómoda, sin pasión por la seguridad y con aversión al riesgo.
La misma actitud asumen hoy en la lucha contra la corrupción, se niegan a poner su parte, piensan que la limpia caerá del cielo federal.
El caso de Zacatecas es emblemático, tenemos décadas de leer en los periódicos denuncias de corrupción, de conocer dictámenes registrando anomalías y delitos en el ejercicio público, individuos señalados responsables de faltantes y desvíos desde cargos públicos continúan en la política y con frecuencia hacen estruendosas declaraciones acusando de lo mismo a sus enemigos políticos.
Un signo preocupante, es la prevalencia de inconvenientes que anulan el combate a la corrupción:
- Cuando es móvil político la acusación se endereza contra políticos desde cuyo cargo es fácil cometer ilícitos sin dar la cara.
- La credibilidad de la denuncia se pierde cuando se hace evidente que procede de enemigos políticos sin trayectoria en la lucha contra la corrupción o con cola que pisarles.
- Las víctimas de los delitos de servidores públicos no tienen confianza en la justicia y se abstienen, participando en el círculo viciosos de que “no denuncian porque no hacen nada, y no hacen nada porque no denuncian”.
Si el gobernante se porta “prudente” ante los corruptos, ¿Cómo pedirle a constructores, proveedores y ciudadanos víctimas de un delito de corrupción pública que denuncien?
QUE HABLE LA LEY EN ADELANTE Y PARA TODOS
Sin prejuzgar, las carpetas de investigación contra el ex gobernador Miguel Alonso debieran motivar un parteaguas mediante la observancia al debido proceso de manera tal que el desenlace correspondiente, absolviendo o condenando, nos deje con la certeza de que se aplicó la ley sin las venganzas ni impunidades político-mafiosas acostumbradas.
Tan simple pero tan grandioso como eso.
Al ex gobernador le hacen señalamientos del mismo corte de los que se formulan contra anteriores ex gobernadores y ex presidentes municipales.
Buena parte de sus acusadores lo hicieron gobernador, luego se pelearon con él.
El cobro de “diezmo” a constructores ha sido realidad cotidiana casi desde que la obra pública se trasladó a empresas privadas.
La corrupción pública padecida por los zacatecanos ha estado presente sexenio tras sexenio, compras infladas, aviadores, contrataciones ilegales, desvío de fondos, etcétera.
Cuántas veces vimos que la Secretaría de Salud, el DIF, la ahora llamada Secampo, Seplader, Secretaría de Educación y Cultura principalmente súbitamente mutaban en estructuras de promoción electoral en pro del partido en el gobierno ¿Cuántas horas hombre, cuantos litros de gasolina, cuantos vehículos oficiales, cuántas despensas han sido robados al servicio público para apoyar campañas?
¿Cuántos compromisos de corrupción para jalar apoyos se pagan con obra pública?
¿Cuántos comales diciéndoles a las ollas lo tiznado que están?
EL CORRUPTO DURA HASTA QUE EL HONESTO QUIERE
El Gobernador Tello, el Rector de la UAZ, los Presidentes municipales debieran ponerse al frente del combate concreto a la corrupción concreta, con un plan específico, con estrategias puntuales.
La coyuntura nacional es muy favorable para limpiar los establos de excremento. No hay protección a corruptos desde el a presidencia de la República como apenas ayer.
No sean espectadores, pisen callos, rompan componendas, juéguensela, corran riesgos.
La corrupción nos hace rehenes del gasto corriente, del endeudamiento, del atraso.
La corrupción no sobrevive sin cómplices.
Zacatecas no saldrá del hoyo con corrupción.
Si tienen manos limpias ¿A qué le temen?
Nos encontramos en el Recreo
@luismedinalizalde