Por: Luis Medina Lizalde
Las primeras elecciones celebradas durante el mandato de López Obrador son ocasión para apreciar si las cosas están cambiando en materia electoral. Cabe apuntar que por primera vez en muchos años predominó la tranquilidad, si contrastamos que en 2018 el proceso electoral fueron asesinados alrededor de 30 aspirantes a cargos de elección popular, también es de consignar que no se produjeron los incidentes acostumbrados hasta hace poco. Más allá de los sesgados balances que acostumbran los partidos, es notorio que el abstencionismo es el fenómeno dominante, descifrar el mensaje ciudadano es imperativo.
Morena gana políticamente al sumar dos importantísimos estados, aunque retrocede electoralmente y se confirma lo aseverado por sus adversarios: El contundente apoyo ciudadano es para López Obrador.
El PAN gana municipales en tres de los seis estados en los que hubo elecciones (Tamaulipas y Aguascalientes, y en menor medida en Durango) pero pierde políticamente al ser desalojado además de Quintana Roo, del bastión norteño conquistado en el Salinismo y de Puebla, bastión más que del PAN, de un personaje como Rafael Moreno Valle, cuya siniestra fama inspiró el rumor de que simuló su muerte y la de su esposa para burlar indagaciones.
EL PRI está en el peor momento de su historia, a punto de compartir con el PRD el estrés por conservar el registro.
¿QUÉ MENSAJE MANDA EL ABSTENCIONISMO A LOS PARTIDOS OPOSITORES?
En mi opinión les reprocha su incapacidad para ofrecer alternativa, pues es notorio que en cada paso trascendente que da el Presidente López Obrador los opositores fungen como aliados de los intereses creados magnificando las derivaciones inconvenientes para oscurecer la importancia de la acción presidencial, es decir, que la gente reaccione contra la eliminación del huachicol por el temporal y parcial desabasto de gasolina, que la gente se oponga a la centralización de la compra de medicamentos dando a conocer carencias en el IMSS que tienen mucho tiempo de presentarse, que la gente perciba como ahorro excesivo la cancelación de gastos en frivolidades etc. Los opositores están a la caza de ocasión para darle vuelo a tonterías como “La prohibición de viajes al extranjero de los investigadores académicos” cuando se trata nada más de los que son funcionarios y de los adictos al turismo académico que tanto conocemos.
¿QUÉ LE QUISO DECIR LA CIUDADANÍA ABSTENCIONISTA A MORENA?
Que el apoyo a López Obrador no es cheque en blanco para Morena y sus candidatos.
A López Obrador se le valora por su decisión de bajar sus ingresos como Presidente, por su ejemplar comportamiento en contra del nepotismo, por su austeridad en el desempeño de su tarea, por su valiente “estate quieto” al Poder económico, Por su atrevimiento de ya no perdonar impuestos a los conchudos riquillos, Por el uso de su tiempo a favor del contacto con el ciudadano de a pié en vez de con las insulsas y paralizantes ceremonias de “informes”, “firmas de convenios” y demás formas de despilfarro del tiempo oficial, por respetar la libertad de los medios de comunicación sin renunciar a la propia y por suprimir el chayote público, por su férrea decisión de eliminar el condicionamiento electoral mediante programas sociales, por la supresión del gasto en control político destinado a “lideres” y organizaciones incapaces de sostenerse ellas mismas pero muy “no gubernamentales” etcétera.
La gente apoya en López Obrador lo distinto, no lo semejante a lo que repudió en las urnas y mucho me temo que de eso se olvidaron los que en Morena nominan a un candidato a Presidente Municipal de Aguascalientes con fuerte tufo al ex gobernador priista Carlos Lozano De La Torre, o al gran traicionado por su subconsciente ex priista candidato a presidente municipal de Durango que mostró su boleta después de votar por el PRI siendo candidato de Morena.
Morena debió aprender del colapso perredista y no dar manos libres a quienes buscan alianza con los de afuera para aplastar a los de adentro porque, al hacerlo, desdibuja lo distinto que la ciudadanía apoya en el Presidente y no ve reflejado en muchas de las candidaturas fallidas el pasado domingo.
NO MÁS FARSANTES
La gente quiere austeros, honestos, capaces y leales a la forma de pensar que predican, aunque no en todo se coincida con ellos.
Es contundente el respaldo ciudadano a lo distinto después de una etapa prolongada en que gente del mismo modo de actuar se hace presente en todos los partidos generando la apariencia de que “el Poder los hace iguales” cuando lo real es que ya eran iguales desde antes.
Y es que pertenecer a distintos partidos dejó de ser garantía de tener ideología diferente.
Nos encontramos en el Recreo
@luismedinalizalde
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