Por: Eva Gaytán

En mi pueblo hacen unos condoches deliciosos, o hacían, la verdad ya ni sé; para efectos prácticos les explicaré qué es un condoche, porque luego hay gente en el mundo que no sabe qué es eso. Un condoche no es otra cosa más que una gordita de horno, una vez explicado el punto pasemos a lo más importante del mundo.

Mi amá Luz tenía un horno condochero, pero no sólo uno, ella podía tener muchísimos porque mi tía Cuca hacía hornos con la ayuda de mi amá luz (ya les he contado que mi tía era una chingonaza y sabía hacer de todo y bien hecho).

Por esta razón ellas podían cocer condoches cada que se les hinchaba la gana, mi mamá por su parte, siempre fue muy ducha pero no tanto como ellas.

Mi madre vendía tamales, dulces de leche, coronas de flores de papel crepé, era costurera de alto pedo, bueno, no de tan alto pedo. Cuenta que un día alguien le preguntó si sabía hacer faldas Channel y ella sin dudarlo por un segundo dijo que sí, aunque no tenía ni la más remota idea de qué diablos era lo que le estaba pidiendo. Es obvio que iba a contestar que sí, era tanta su necesidad que si no sabía hacer las cosas, aprendía con tan de tener un centavo más para dar de comer a la tropa de hijos que tenía.

En fin, en esa ocasión el viento sopló a su favor y logró hacer una falda Channel quizá mal hecha pero la hizo; sin embargo a pesar de que Doña Eva era y sigue siendo Doña Vergas, es imposible pensar que podía hacer de todo, nunca en su vida pudo hacer un horno condochero.

Sus hornos, o explotaban porque estaba hechos con materiales inapropiados, o se caían porque no estaban bien apuntalados, o eran tan altos que parecían palomeros, o tan pequeños que se tenía que tirar de panza para meter los condoches o de plano tan sobredimensionados que gastaban leña de más y jamás se calentaban por tanto nunca pudimos tener un horno condochero en el enorme patio de la casa de mi pueblo.

Es obvio, no podíamos tenerlo todo, pero mi mamá siempre intentó hacer las cosas bien hechas y si no sabía lo intentaba hasta que de plano quedaban chidas o se resignaba a cocer condoches sólo cuando mi amá Luz cocía para ellas.

Lo que siempre me ha parecido loable de mi pueblo es que a pesar de muchos sabían que mi mamá no sabía hacer hornos condocheros, jamás nadie la criticó o juzgó antes de que al menos lo intentara, sabían que ella hacía la mejor moronga, unos deliciosos tamales y que los dulces de leche eran tan ligeros que parecían suspiros de ángel albergados en la boca.

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El anuncio de la nueva vocería de Seguridad en el Estado  ha levantado muchas opiniones, algunas de reprobación otras de felicitación por haber tomado una decisión “Diferente”.

La verdad, lo he dicho y lo sostendré hasta la muerte, Rocío es una chica trabajadora, dedicada y estudiosa, la conocí en la reporteada, ambas cubríamos la nota policiaca y es todo el trabajo que conozco de ella, pero no quiere decir que eso sea lo único que sabe hacer, tan sólo es lo único que yo sé de ella.

Por ejemplo, no todos sabían en el pueblo que mi mamá sabía hacer una excelentes tortillas de harina y que su mole era una delicia, hay cosas que no conocemos de los otros y quizá sería una buena opción esperar a ver qué tal resulta el desempeño de Rocío al frente de tan difícil empresa.

Dejemos entonces que Rocío haga su primer horno condochero, para saber qué tan buena es, lo malo es que ella no tendrá tantas oportunidades para echar a perder las cosas como la tuvo mi mamá.

Por lo pronto su primer fin de semana estuvo verdaderamente pobre en información en materia de seguridad y la verdad no creo que haya estado tan tranquila la cosa, porque en Zacatecas hace un buen que la tranquilidad no dura tanto tiempo (tres días) ¿será acaso que la estrategia diferente será hacerse de la vista gorda en relación a los hechos delictivos? ¿O sólo es que la nueva vocera aún no se engancha con el jale?

Si es cualquiera de esas razones está de la jodida, pero estaría MÁS PIOR si existe una tercera razón y que esa sea que le piensan meter la pata a Rocío nomás por joder, pero bueno aquí lo importante es que yo soy una mal pensada y que mi mamá nunca aprendió a hacer hornos condocheros.