Por: Eva Gaytán
No sé si en este espacio lo he mencionado, pero lo repito por si no lo he hecho: mi pueblo como la mayoría de los municipios zacatecanos es primordialmente migrante. Cuando yo estaba chiquita, porque sí, sí fui chiquita alguna vez; quienes migraban eran principalmente los hombres, una que otra mujer se iba, pero eran pocas.
Por esa razón las mujeres que se quedaban, como es de suponer se quedaban al frente de los escuincles y eran quienes se partían el alma para alimentar a la tropa engendrada con su pareja, porque, no sé si en todos los municipio y tampoco sé si en todas las familias, pero en la mía hubo un fuerte temporal de vacas flacas porque mi adorado papá como que se le olvidó (muy olvidadizo el vato) que tenía 7 hijos por estos lares (después se acordó, pero no crean ustedes que muy recordador).
En fin, en asuntos económicos mi mamá era la que “sacaba la perra a miar” durante algunos (varios) años y en asuntos de conducta, educación, conflictos, enfermedades y todos los problemas que se generan en torno a la crianza de hijos mi madre fue la encargada de hacer la faena y levantar a punta de jalones de oreja, frijoles de la olla y tortillas, regaños y desvelos a los 7 hijos que componíamos esa familia.
Si bien mi madre nunca fue considerada por “la sociedá” como una madre soltera, la neta fue más que eso, porque además la pobre se tenía que chutar al pela’o y atenderlo cuando llegaba al pueblo.
La crianza de mi familia, hasta la fecha quedó en manos de una mujer que con apenas la primaria terminada comprendió que la única opción que tenía era dar a sus 6 hijas las herramientas necesarias para que no tuvieran que repetir su historia y a su único hijo varón la formación integral que evitara que fuera un macho que minimizara a las mujeres, siendo que el pobre de mi hermano estaba rodeado de puras morras.
Mi madre siempre ha sido una mujer adusta, de un carácter muy fuerte y un trato recio, cada error cometido por mis hermanas o por mí (creo que mi hermano daba menos problemas) era corregido a veces con métodos poco ortodoxos, pero siempre con el afán de que sus hijas fueran buenas mujeres, inteligentes, humanas, amables, respetuosas y capaces de defender sus derechos y de ser posible los de los demás; y su hijo, a pesar de ser el más amado de la familia nunca atropellara a una mujer por sentirse superior.
Conmigo falló el plan, pero mis hermanos sí son chidotes.
Siempre he pensado que si mi papá hubiera estado hombro a hombro con mi mamá para nuestra educación, no hubiéramos logrado mucho de lo que ahora tenemos, quizá la presencia de él hubiera impedido que mi madre realizara la absoluta toma de decisiones en relación con el futuro de los hijos.
No quiere decir que eso ocurra cuando hay un hombre en casa, pero en el caso específico de mi familia sí habría sido así; todas las familias somos distintas, mi hija se está criando en una familia cuyos pilares son mamá y abuela; y no porque sea mi hija, sino porque en verdad es una niña maravillosa, un ser humanos tan noble que es incapaz de lastimar incluso a quienes tanto la lastiman; por supuesto que en ocasiones se enoja y se defiende si se siente atacada, repito es un ser humano noble, no es la madre de la caridad.
El jueves se desató una oleada de improperios en contra del diputado Benjas, quien dijo que los hijos de madres solteras se vuelven delincuentes por falta de atención.
Vuelvo a decir, mi madre no era considerada soltera porque tenía y tiene un marido, pero los hijos fuimos solo de ella y siempre estaba al pendiente de toda su flota, obvioooo que se le iban las cabras al monte de repente porque era cabrona, pero no era omnisciente u omnipresente; yo estoy al tanto de las necesidades de mi hija día y noche.
Las declaraciones además de infortunadas y vomitadas son erróneas e hirientes para quienes no hemos sido criados en una familia tradicional como la que el diputado desearía ver, ni estamos criando a nuestros hijos en el entorno tradicional, pero no por ello quiere decir que estamos mal, sólo somos diferentes y esa diferencia debe respetarse.
Él se ha declarado abiertamente gay y estoy segura de que muchísimas veces ha sido víctima de señalamientos, burlas y discriminación, si no ahora antes y eso es aún más lamentable, que siendo parte de un sector afectado, no haya entendido que lo peor en lo que podemos caer es en opinar y declarar conforme a los prejuicios sociales.
No deberíamos generalizar en ningún caso, porque yo creo firmemente que la presencia de mi padre en MI HOGAR no hubiera permitido el desarrollo profesional, académico y humano de mis hermanos, no por ello afirmo que los hombres en las familias son un error; son situaciones y personas diferentes.
No sé si Benjas tenga datos que desconocemos, pero de ser así debería darlos a conocer por lo menos para que ahora que él lo dijo esa tontería, me empeñe yo aún más en estar al pendiente de mi amada niña delincuente, a quien debo garantizarle una educación digna y una formación humana y respetuosa; para que si algún día se le mete la loquera y es diputada sepa que sus palabras hieren y que ella, sin ser delincuente, forma parte de una familia distinta a la tradicional y no por ello es mejor o peor que el resto de los seres humanos.