Por: Eva Gaytán
Leía hace algún tiempo que los lobos son capaces de cazar individualmente, sin embargo evitan hacerlo porque cazar en manada es más efectivo.
Recuerdo la película de la Bella y la Bestia (la de caricaturas de Disney), hay una escena en la que la Bestia pelea con una manada y les da en su madre, de manera tal que los “pobres lobitos” salen corriendo y llorando, cuando antes de eso los desgraciados se querían tragar a Bella y luego a la Bestia.
La semana pasada me sentí la Bestia, asolando a una manada de pobres lobitos que se sintieron fuertes en bola y luego tuvieron que llorar como las buenas víctimas que eran.
Resulta que por indicaciones médicas me echo unas caminadas (no muy extensas) en algún momento del día, en uno de mis recorridos matutinos pasé frente a una bodega, estaba cerrada y afuera estaban sentados en la banqueta cerca de 12 trabajadores, supongo que esperando que les abrieran.
Pasé frente a ellos iba usando mis tenis más viejos, un pants azul que está manchado de cloro en las piernas, mi sudadera “de Héctor” (color verde, muy vieja, enorme y con gorro) llevaba el gorro puesto y los sujetos creyeron divertido comenzar a insultarme/alagarme/hostigarme o burlarse de mí.
“Buenos días” (burlas) “No le gustas por feo” (burlas) “Carreréala pa’ que le quites el frio” (más burlas) “Con unas nalgadas la enseñas a contestar cuando le hablan” (muchas más burlas); todo esto en un perorata acelerada, como si tuvieran temor de que hacerlo forma lenta quitara el sazón a sus pendejada; aclaro que era poco antes de las 8 de la mañana.
No creo que haya sido una hora inadecuada para que una mujer salga sola a caminar, estoy completamente segura que mi atuendo no era para nada provocador y aun así yo no tenía derecho de caminar frente a donde estaba la manada, lo hice y se suponía que tenía que afrontar las consecuencias.
Ante los gritos y las burlas decidí regresar unos pasos, no estaba a más de 4 metros de distancia de ellos:
-¿Necesitan algo? No entiendo en qué les afecta que camine por aquí y por qué razón debo aguantar sus insultos ¿quién de ustedes me va a contestar?
Silencio absoluto
-Pues en efecto, sí necesitan algo, varios pares de huevos para que aprendan a sostener sus palabras y a actuar como seres humanos y no como animales. Bola de pendejos.
Me fui y contrario a lo que se puede esperar, no hubo más burlas, ni gritos, supongo que cuando estuve lejos de “pinche vieja gorda, ni que estuviera tan buena, le hace uno el favor” no me bajaron.
Sí, en ese caso fui la Bestia y los pobres lobitos se sintieron atacados y tuvieron que llorar y lamerse unos a otros las heridas que yo tan malvadamente les propiné.
Ayer volví a pasar, ahora en mi vehículo y bajé la velocidad, los vi como chola de “Sangre por Sangre” agacharon la mirada y uno de ellos se metió corriendo a la bodega; ¿las Bestia les hizo daño?
Otra historia del pobre lobo:
Un chofer de Gobierno del Estado, a quien conocí cuando trabajaba en Imagen, quizá hace 9 años (no lo traté, no es mi amigo y no me interesa en ningún sentido tener ningún tipo de relación con él más allá de un hola y un adiós).
El sujeto me contactó por in box para pregúntame cómo estaba, contesté que bien y comenzó a invitarme a salir a tomar unas chelas contesté “nos ponemos de acuerdo” así como contestas cuando sabes que eso jamás ocurrirá.
La invitación se reiteraba diario, cosa extraña porque repito: NO ES MI AMIGO, la respuesta era la mismo “nos ponemos de acuerdo” un día le dije “estaría chido, dónde o qué” y ante eso dijo que donde fuera, nos la amanecíamos, “siempre y cuando no sea en la calle jajaj”. Mi respuesta fue “No mijito usted quiere pedo, búsquelo en otro lado. Saludos y suerte”.
Evidentemente una negativa es una afrenta al lobo que intenta cazar individualmente y al ver que los resultados no son los esperados no le queda de otra que negar todo aquello que pudiera poner en riesgo su calidad moral y de caballero y hacer ver que todo fue una mala interpretación de la malvada mujer mal pensada.
Esta respuesta llegó a las 5 de la mañana, seis horas después de que lo mandé a buscar pedo en otro lado:
“Buenos dias eva nunca dije eso yo decia un lugar como la cazona la cunabina etc talves entendiste mal porque yo ando con alguien disculpa si te ofendi y ahi estamos” (Sic)
El pobre hombre me invitó muchísimas veces a “HECHAR trago” (sic) y a “amanecérnosla” pero a momento que lo mandé a mamar la verga de su papá recordó que él sale con alguien y me aclara que yo entendí mal.
Por cierto el sujeto volvió a comunicarse al día siguiente, supongo que ya había olvidado (otra vez) que anda con alguien.
Los hombres saben que cazar en manada deja resultados óptimos y que si estos no funcionan no hay problema para eso sirven las huidas magistrales y el actuar de víctima; siempre se puede culpar a la mujer de ser una ignorante que entiende mal las cosas, de una agresiva que pelea con un vato en la calle, de una malcogida que necesita un falo para poder vivir o de una amargada que debe sonreír ante las estupideces del sujetos.
Leemos constantemente que las mujeres provocan a los acosadores, que se visten para que los hombre volteen a verlas, que caminan solas por la noche, que dan pie; en los dos casos que referí, no hice nada por lo que podrían culparme y aun así fui acosada fuertemente y de pilón hasta culpada de pendeja.
No se trata de la actitud, la ropa o el horario, se trata únicamente de que cuando una mujer está vulnerable es el momento perfecto de joderla, a veces pienso que la lógica masculina es:
“Si está sola en casa por la noche, es maravilloso enviarle mensajes, en su desesperación y amplia necesidad de un hombre saldrá corriendo a depilarme los testículos con los dientes para poder lamerlos sin obstáculos”
O “Si camina vestida tan feo, sucia y fodonga seguro si le grito ‘piropos’ se va a arrodillar ante mí y seré su amo y señor por haber notado su presencia en mi espacio”.
Ojalá algún día les entre en la cabeza que si está sola en su casa es porque le da su pinche gana y quiere descansar y si camina vestida con harapos es porque así le da su pinche gana caminar y no es porque piense en todo momento que un hombre vendrá a su rescate. Pobres compas.