Por: José Luis Medina Lizalde

La tradición del dedazo se hizo cultura en la política mexicana y de ese modo se normalizó la imposición consentida por una ciudadanía a la que no se ha dado oportunidad de aprendizaje democrático pleno.

El Primer dedazo de  la pos revolución terminó en tragedia, Venustiano Carranza pagó con su vida el intento de colocar como su sucesor a un personaje sin peso político y los generales sonorenses liquidaron su intentona y el primer presidente constitucional del nuevo régimen pagó con su vida la osadía,  es hasta el período de Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958) cuando el método del dedazo se perfecciona con el astuto juego de fintas y señales que culminan con la nominación de quien no se esperaba, Adolfo López Mateos. 

El dedazo perfeccionado fue aplicado con éxito desde entonces, Peña Nieto lo hizo  al estilo Carranza  al elegir a un personaje sin peso ni identidad con el PRI y  el costo fue la derrota electoral, debe anotarse que Fox quiso, pero no pudo, aplicar el dedazo ya que Calderón le comió el mandado y este último se quedó sin su carta fuerte por el avionazo en que perdiera la vida Mourinho, lo que lo condujo a pactar con Peña Nieto dejando a su candidata Josefina rascarse con sus uñas. 

La cultura del dedazo se instaura como regla no escrita para resolver la sucesión presidencial al principio pero muy pronto le traslada al Presidente la facultad no escrita de imponer candidato a gobernador en cada estado de la república, de los senadores y diputados federales, dejando a los gobernadores la aplicación del dedazo en la designación de candidatos a presidente municipales y diputados locales, el ritual aprobatorio se conoce popularmente como  “palomeo”.

Uno de los efectos más dañinos del dedazo es que los políticos son inducidos a ganarse al “gran elector” para que el dedazo sea a su favor fortaleciendo la cultura autoritaria  al no darle importancia a la voluntad de la ciudadanía, la que durante muchas décadas se mostró conforme con el método si no es que indiferente, haciendo famosa la consigna de “murió el rey, que viva el rey” que salpicó de sabrosas anécdotas nuestra historia de sucesiones gubernamentales.

La historia de los dedazos tiene una constante, el sucesor que con frecuencia toleró humillaciones del “gran elector” y una vez que lo desplaza del mando, le voltea “el chirrión por el palito”, (¿Cuál Presidente Mexicano, de Ruiz Cortines para acá, se llevó bien con su sucesor?

                CULTURA DE LA IMPOSICIÓN 

 

El dedazo parió la corrupción del sistema político al hacer del gobernante detentador de poder casi a la par de un monarca absoluto durante su mandato, el dedazo le abrió la puesta al nepotismo, al amiguismo, al compadrazgo, y cubrió de ineptos la vida pública, pero también nos ocasiona un daño cultural que la Cuarta Transformación deberá revertir si no quiere ser un episodio fugaz en nuestra historia: Creó el culto al dedazo.

Vivimos  tan inmersos en la cultura del dedazo que nos da por  interpretar señales” para anticipar por dónde viene  el dedazo,  dando por hecho que el juego de Ruiz Cortines sigue como siempre y la voluntad de militancia y ciudadanía no cuenta para nada, más de medio siglo después, sin reparar en que los mexicanos hemos dado luchas cívicas locales, regionales y nacionales por terminar con las imposiciones y recuperar para la ciudadanía su derecho a decidir quién la gobierna y para las militancias partidistas su derecho a decidir bajo que reglas y quienes las dirigen y a elegir candidatos desde su libre pensar.

Todo el que rechaza “el piso parejo”  en la búsqueda de una candidatura no es demócrata. Ungido en el cargo, no respetará los derechos de los demás y tal como a él lo impusieron impondrá.

El dedazo empieza por privatizar decisiones electorales y por esa vía transita a la generalización de la privatización de lo público, la secuela de su prolongado uso despojó a las bases partidistas de su legítimo derecho a poner candidatos mediante procedimientos democráticos con la frecuente complacencia de los órganos electorales.   

 

                               PRIMER ENSAYO

Puebla elegirá Gobernador, Baja California Gobernador, ayuntamiento y diputados locales, Aguascalientes y Durango ayuntamientos, Quintana Roo y Tamaulipas diputados locales, serán las primeras elecciones dentro de la Cuarta Transformación, hay nueva mentalidad gobernando  el  país, López Obrador apuesta por darle más poder a la ciudadanía del que le otorga la Constitución y anuncia reformas para hacer de la consulta ciudadana el método democrático por excelencia. ¿En qué  cabeza cabe que un Presidente con ese pensamiento ande dando a diestra y siniestra dedazos al estilo PRI? En la de quienes confunden la arena política con el mercado.

 

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