Por: Luis Medina Lizalde

El estupor por la magnitud de las cifras de firmas falsas de los tres finalistas “independientes” para por esa vía acceder a una candidatura presidencial, confirma una vez más, que en política no hay sorpresas sino sorprendidos.

La existencia del mercado negro de credenciales de elector es ampliamente sabida; de ese modo se inflan los padrones de los partidos políticos, se crean ficticias estructuras, se documentan dádivas que van desde “ayudas sociales” de diputados hasta recursos que terminan en bolsillos de aprovechados.

Cuando se aclimata la figura de candidatos sin partido estableciendo la obligación de acreditar el respaldo de un porcentaje del padrón mediante la firma de ciudadanos con credencial electoral, nace otro modo de obtener ganancias para los miles y miles de poseedores de fotocopias de credenciales de elector que vuelve fácil, (con dinero) el cumplimiento del requisito

En cada proceso electoral de las últimas décadas, Pepe Woldenberg anuncia con tono de pontífice infalible que “no hay condiciones para el fraude” y su dicho es reproducido una y otra vez por los medios alineados  aunque luego broten las inconformidades por las trapacerías.

Cuando la realidad se conoce por el espejo deformado de un sistema comunicacional como el que tenemos en México, es  imposible enterarse, por ejemplo,  del hábito que ciudadanos de un estado colindantes con otro de tramitar credencial en ambos.

Los habitantes de los municipios zacatecanos del semi desierto saben que en sus municipios  votan  vecinos de Coahuila y viceversa

Sin ese mercado negro de credenciales de elector que nutren operadores de los tres niveles de gobierno responsables de programas sociales cuando requieren identificación para la asignación de beneficios, no sería posible la compra del votos orquestada con toda anticipación, excluyendo con toda alevosía de programas como “Prospera” a los ciudadanos que se atreven a reivindicar su apoyo a la oposición. En ese trance los Presidentes Municipales se las arreglan para que sin admitir abiertamente la arbitraria exclusión de la política asistencial de los pobres no afines, se corra la voz para que el resto escarmiente.

Esto se sabe con detalles municipio por municipio elección tras elección, pero ni la FEPADE ni el INE se dan por enterados, mucho menos nuestros cultos “demócratas” “angustiados” por la falta de democracia… en Venezuela.

DEL PODER A LA CÁRCEL

El fraude también es cultura, no solo estructura. No perderlo de vista ayudará a conjurarlo, sobre todo cuando un órgano de estado como la Auditoria Superior de la Federación ha dictaminado expedientes que en otros países ya tendrían a medio gabinete en la cárcel. Por eso nadie se engañe, Peña Nieto no tiene plan B. Meade es su única opción, su expectativa más sólida de retiro tranquilo, su clavo ardiendo, Peña intentará hacerlo ganar como sea

No obstante, en el proceso electoral del 2018  hay un hecho que conspira contra  el fraude: los gobernadores ya no le quieren entrar, no son tontos, saben que el “Viacrucis”de los dos Duarte, de Roberto Borge y de los motivos de insomnio del ex gobernador de Nayarit entre otros, tiene que ver no solamente con lo que se embolsaron en lo particular, sino también con dinero de sus respectivos gobiernos desviado a procesos electorales y con la incapacidad del Presidente Peña para cuidarles las espaldas.

Peña no pudo proteger a su amigo Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz y a duras penas mantiene en relativa tranquilidad a su tesorero de campaña Emilio Lozoya Austín al operar la caída de la  FEPADE de Santiago Nieto por atreverse a indagar los sobornos de Odebrechet

Cesar Duarte recibe un cobijo inusitado pero ¿Por cuánto tiempo? Nuevos cuerpos normativos hacen más complicado desviar recursos

El fraude sin gobernadores no se puede hacer, ya nada más son 14 de 32 del mismo partido del Presidente y seguro les intimida la posibilidad de que cuando entreguen el mando empiece su  pesadilla, pregúntenle a los Duarte

SI LO SABE MALO, SI LO IGNORA, PEOR

En Zacatecas la política social es clientelar,  partidizada y a la vista de todos, Tello no muestra interés por transformarla aunque más le valdrá decidir si en estas elecciones le entra ahora y sufre después o sufre ahora para no hacerlo después.

El pasado 29 de Enero dirigentes campesinos priista de Sombrerete solicitaron a la administración de Saín Alto espacio para guardar “cosas”  “para Fito”, sabedores de que el ejido tiene cuatro bodegas de la antigua Conasupo en Bulevard Salvador Ríos Cordero s/n  a un costado del campo de beisbol.

Ahí se encuentran, desde entonces, toneladas de cemento, varilla y láminas,  en espera de lo que  “Fito” disponga. 

A lo mejor a “Fito” ya le vale,….

¿Y a Tello?

Nos encontramos el jueves en El Recreo

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