Por: Luis Medina Lizalde 

El falso debate oculta la esencia del conflicto, táctica muy socorrida en política. El falso debate genera la sensación de que se conoce lo que se ignora, el falso debate presenta el síntoma como si fuera la enfermedad. 
Los falsos debates posponen las soluciones definitivas y condenan a los protagonistas al cuento de nunca acabar. 
Desde su arranque, Peñasquito genera falso debate en torno a intereses en conflicto de ejidatarios, transportistas, trabajadores de la mina, vecinos y comerciantes del entorno, inversionistas canadienses y Estadunidenses, etcétera.
Una cosa es el falso debate y otra cosa es el conflicto verdadero, si no entendemos eso, lo seguiremos viviendo cíclicamente y el conflicto se profundizará irremediablemente.

Centremos la atención pública en el meollo del conflicto y dilucidemos, para empezar, si es mentira o verdad que el manantial de Cedros Mazapil se agota por efecto de la explotación minera, si es estrictamente observada la legalidad ambiental, si lo pactados con ejidatarios y comunidades se cumple a satisfacción de ambas partes etcétera, discutamos también el ser y el deber ser de las mineras, la pertinencia o no de la legislación vigente en la materia.

Ganar un falso debate para evitar el verdadero genera victoria en la batalla y asegura la derrota en la guerra.


LA EMPATÍA CERCANA ANTES QUE LA SIMPATÍA LEJANA


Peñasquito y cualquier empresa minera tiene la necesidad de ganarse el entorno inmediato que se integra con seres humanos geográficamente aislados mismos que no serán persuadidos por medios de comunicación ajenos a su vida cotidiana y que no serán “ganados” más que por los hechos. Hasta los capos del narcotráfico se aseguran de no ser delatados mediante un entorno favorablemente predispuesto con buen trato.


Es a los habitantes del entorno a los que debe explicar las razones por las que optó por los servicios de transporte de una trasnacional española en vez de los zacatecanos desde hace poco más de año y medio y dar puntual respuesta a cada inconformidad concreta, debiera saber que cuando los de casa y los de afuera se disputan la simpatía social la mayoría respalda a los de casa por más dinero que se gaste en tener a los medios de su lado.


VACÍO Y CONFUSIÓN DE ROLES


Puede no gustarnos la regulación jurídica de la actividad minera, en lo que a mí respecta me parece contraria a los intereses del país y de los pueblos, sin embargo, la ley es el piso seguro que en sociedad pisamos y por lo tanto, ninguna de las partes debe sustraerse a su cumplimiento, pero la legalidad no es receta de cocina, su aplicación requiere de atención oportuna y eficaz. En el caso del que nos ocupamos nada se sabe de la primera línea de atención al conflicto: la autoridad municipal.


El gobierno del estado no sale al encuentro de los problemas, espera a que lleguen al centro histórico de la ciudad capital a pesar de que desde el 27 de Marzo se produjo el bloqueo como forma de protesta y a unos cuantos días de que la empresa suspendiera pagos.


Esa actitud propicia que las grandes empresas instaladas en nuestro territorio con frecuencia tarden hasta 120 días en pagar proveedores cuando en otros estados lo hacen en unos cuantos días.

El falso debate ha propiciado que pase inadvertida la condición de mirón del ayuntamiento de Mazapil como si el conflicto fuera en Taxco o Cananea mientras que el equipo de Alejandro Tello hace la chamba que le corresponde al equipo encabezado por Gustavo Uribe, líder estatal del PRI y deja las cosas a la inercia sin más preocupación que su narrativa opositora prevalezca en cada hecho, en cada controversia relevante, en un extraño modo de gobernar sin gobernar.

La conflictiva historia de la riquísima mina de oro nos hace pensar que a diferencia de los grandes capos, busca la aprobación del ciudadano distante en vez de la del habitante cercano sin darse cuenta que las simpatías ciudadanas a distancia o el ejercicio de la autoridad a control remoto no le crearán la armonía que su operación requiere.


ADAPATACIÓN AL CAMBIO


La voluntad ciudadana negó su voto a la política propiciadora del saqueo de los recursos naturales de los mexicanos, se gesta un nuevo orden que habrá de pasar por una necesaria reforma legislativa para que el capital extranjero esté presente en los esfuerzos de desarrollo como lo hace en sus países de origen, respetando leyes y medio ambiente.

¿Es posible que Peñasquito lleve la fiesta en paz con los de su entorno?


Claro que si se puede, pero con otra mentalidad empresarial y otra actitud gubernamental

Haciendo política de verdad


Nos encontramos el martes en el Recreo
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