Andrés Manuel López Obrador  antes de irse unos días a “La Chingada” a reflexionar dejó la víbora chillando, el anuncio de que sus ingresos como Presidente de la República serán Sesenta por ciento inferiores a los que percibe Peña Nieto (Recibirá 108 mil 248 pesos mensuales) y que nadie recibirá un sueldo mayor al del Presidente de la República, ha detonado un debate fortalecedor de la vida democrática  constituye una vía de involucramiento masivo en los asuntos públicos que permite vislumbrar la transición del ciudadano- espectador al ciudadano informado y activo en la vida republicana.

Andrés Manuel no será un Presidente- gerente como varios de sus últimos antecesores,  es un líder que sabe de dónde viene la fuerza política  que se necesita para derrotar resistencias inevitables, el éxito de su gestión depende del apoyo social y el apoyo social se gana día con día.

El ahorro posible con la reducción a la mitad de los ingresos de la alta burocracia de los tres poderes en el plano federal es elevadísimo ya que según el reporte de “El Universal” del 17 del presente,  basado en el  presupuesto de egresos de la Federación  actualmente en vigor, hay 34 mil 559 funcionarios públicos que ganan por encima de lo que devengará el Presidente López Obrador. Eso no es todo, buena parte de los ingresos de la alta burocracia se otorgan mediante subterfugios que también serán suprimidos, lo mismo  exceso de personal al servicio del funcionario, seguros médico privado, viajes sin justificación auténtica, etcétera.

Para la alta burocracia se volvió normal que el Presidente de la Suprema Corte de nuestro país gane más que Donald Trump pero no solo no es normal, es insultante.

EL NEOLIBERALISMO PARIÓ POLÍTICOS DEL NEGOCIO PARA EL NEGOCIO  

        

Primer círculo: lo integran los que se “conforman” con los privilegios “legalmente” establecidos.

Segundo Círculo: Otra  porción más corrompida de los practicantes de la política como negocio recurre a  una serie  de “mañas” puestas en práctica en los diversos ámbitos,  en otras  ocasiones  hemos referido la función corruptora de políticos que cumple actualmente la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a los legisladores federales les abre el cajón para que “bajen recursos” y se embolsen “moches” que habrán de justificar gracias a empresas fantasmas y facturas falsas, la cadena pasa por gobiernos de los estados y municipales, los “diezmos”, las obras con precios inflados, los pagos por obras nunca ejecutadas, los créditos a "fondo perdido” tramitado por funcionarios sinvergüenzas a nombre de conocidos, la inclusión de  parientes e incondicionales para que cobren sin trabajar  en las nóminas etcétera.

Tercer círculo: resultan insuficientes para los más hambrientos del dinero ajeno que infestan la “Real politik” los anteriores “estilos” de ser ratero sin parecerlo les resulta insuficiente a los que le quitan una parte del sueldo a los empleados públicos “porque yo te puse”, otros los usan de choferes de la señora o pilmamas de los hijos  y no pocas veces, de recaderos con “la otra”

Cuarto círculo: En ese círculo figuran los más siniestros, los que tejen, por “espíritu de superación” cultivan nexos con la delincuencia organizada brindando información, protección política a cambio de participar de las ganancias y desde luego, de apoyo financiero en campaña de ser el caso.

Venturosamente, hay muchos políticos honestos y con espíritu de servicio pero la proliferación de los ávidos de riqueza hace difícil distinguir entre los que entienden la política como servicio a los demás y los que la entienden como negocio, induciendo al equívoco de los que piensan que “todos son iguales”.

La política de rebajar los sueldos de los de arriba para aumentar el de los de abajo encontrará muchas resistencias, unos se opondrán abiertamente, otros a la sorda. Algunos seguirán el consejo de Miguel Torruco y dejarán el servicio público para buscar fortuna donde es legítimo hacerlo: La actividad empresarial.

Otros confirmarán el temor de algunos que piensan que la austeridad estimula la corrupción, sin duda que en algunos eso pasará, solo es de esperar que la vigilancia social y la previsión institucional sean lo suficientemente eficaces para  evitar que contagien su podredumbre a los demás.

CAMBIO PROFUNDO

La política de “la honrosa medianía” que se propone poner en práctica López Obrador es cambio muy profundo, reconcilia a los ciudadanos con los políticos al dejar de percibirlos como miembros de una casta privilegiada, libera cuantiosos recursos para la política social y productiva, cierra caminos a la delincuencia que para existir necesita de cómplices en el aparato público, pero la mejor aportación que podemos esperar consiste en el desplazamiento  del político individualista y corrupto generado por el modelo privatizador y entreguista que conocemos como neoliberalismo.

Nos encontramos el lunes en El Recreo

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