Por Luis Medina Lizalde

¿A qué se debe que los medios de comunicación que ante episodios de desabasto de gasolina en el pasado llamaban a no hacer compras de pánico ahora promuevan exactamente lo contrario? La histeria no es general por dos razones, porque la insuficiencia de combustible es solamente en los estados con mayor robo de combustible y que la sociedad sabe el tamaño de la mafia que se está combatiendo.
El gran aparato mediático es el primer bastión del viejo régimen reorganizado, los partidos políticos hermanados por la derrota y los intereses inherentes al Pacto “por México” todavía no se reponen. Los grandes medios coinciden en un tema y buscar imponer un enfoque repitiendo lo mismo una y otra vez, si no es Maduro, es el fallido pronóstico del gasolinazo, los despedidos del SAT, la cancelación del proyecto del aeropuerto en el Lago de Texcoco y en estos momentos el desabasto de gasolina ocasionado por las drásticas medidas contra el huachicol

Una aproximación a las causas del comportamiento de buena parte de los que ejercen el periodismo de opinión nos lleva a una verdad irrefutable: Los grandes medios promueven el mercado y cuestionan al estado en la economía pero no son capaces de vivir del mercado, viven del estado desde que se hicieron pieza clave en la transición del estado de la Revolución Mexicana “que tuvo en López Portillo al último de sus representantes) al estado tecnocrático neo-liberal cuyo ideólogo principal es Carlos Salinas De Gortari en lo nacional y Milton Friedman en lo internacional.

Salinas De Gortari cultivó con mucho éxito la seducción de críticos promoviendo que se les abrieran espacios estelares en la televisión , radio y medios impresos, polemizó sin romper, conviviendo, debatiendo, los hacía sentir importantes. Por el flanco de la vanidad fueron cayendo algunos de sus otrora brillantes cuestionadores más o menos identificados con las luchas de la izquierda. Sobresalen Jorge Castañeda, José Woldenberg, Héctor Aguilar Camín entre otros. La personificación del acercamiento de intelectual con el poder corre a cargo de Octavio Paz, que son su acceso a Televisa nos brindó esplendidas exposiciones de una visión informada, fascinante aunque sutil legitimadora de un mandato.

DEL MERCADO NO SE COME

Hubo quien le hizo caso a la confianza del abuelo materno de Manuel Bartlett Díaz en eso de que “Hay aves que cruzan el pantano y no se manchan” y efectivamente varios de nuestras estrellas del firmamento intelectual demostraron que “su plumaje es de esos”, en esa honrosa lista figuran Elena Poniatowska, Rolando Cordera y los ya adelantados Carlos Monsiváis y Carlos Montemayor, todos ellos nocturnos participantes en el Canal de las estrellas en algún momento.

El acercamiento del régimen con el mundo de los críticos que arrancó en los años Noventa del pasado siglo, dio cobijo a proyectos editoriales (Nexos, Este País, etc) al favorecerlos con publicidad oficial al mismo tiempo que los medios insumisos padecían boicots publicitarios y deliberado retraso en pago de facturas, exclusión de voces incómodas (Proceso, Canal 40, Gutiérrez Vivó, Aristegui etc)
Al abusar tanto del presupuesto mataron a la gallina de los huevos de oro, la ciudadanía incubó un repudio natural al derroche de dinero público en medios de comunicación y de paso, desarrolló una gran desconfianza en el mensaje mediático, de ese modo, México ha visto nacer a una generación de usuarios de medios de comunicación muy alerta, cuestionadora, escéptica y perspicaz que la pone a salvo de las manipulaciones que en otros tiempos eran muy poderosas.

En los tiempos que corren vemos repetidamente funcionar como “comunidad mediática” lo mismo a López Dóriga que a Fernando Belanzaurán, a Javier Lozano y Aguilar Camín, a león Krauze y Rubén Aguilar, a Vicente Fox y Aguilar Camín a Loret De Mola y Marko Cortés, todos con el mismo tema y enfoque
Su ansiedad raya en desesperación,” si su polarización” no sale del círculo rojo se tornan furibundos.

NO TOQUEN A LOS DE ARRIBA

La campaña mediática contra las medidas contra el huachicol la motiva la fiebre militante que se apoderó de Loret De Mola y similares, no en consciente protección a la mafia huachicol, aunque no está demás registrar que estamos ante un planificado robo planeado y ejecutado por una élite de peces gordos y muchos miles de millones operando desde hace varios sexenios.

El Presidente López Obrador enfrenta la corrupción de arriba hacia abajo, único modo de acabar con la misma. No hay lugar para falsas ilusiones: Meterse con los de arriba es meterse con el aparato mediático, hechura del viejo régimen.

Afortunadamente ya contamos con el periodismo de investigación y opinantes con rigor ético, con las redes y la conciencia crítica de la sociedad.

Nos encontramos el lunes en el Recreo
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