Por: Luis Medina Lizalde
En Zacatecas se retrasa el inicio de la Cuarta Transformación en lo referente a austeridad republicana. El presupuesto aprobado da la victoria a los que se resisten al recorte de privilegios, El Ejecutivo estatal, siempre sumiso y silencioso ante el Presidente de la República en el pasado, ahora lo usará como excusa de todo lo que no pueda resolver.
El tercer presupuesto de egresos anual que el Ejecutivo propone y el Legislativo avala refleja la misma falla: El ejecutivo no tiene idea propia de cuánto sobra o cuánto falta en cada dependencia, en cada poder, en cada órgano autónomo, en cada municipio, eso lo hace depender de lo que cada una de las instancias que ejercen presupuesto estatal le diga en el momento de que se acopia la información para jerarquizarla e integrarla al documento que se turnará a la legislatura, asumiendo una lógica inercial que pospone correctivos y acumula deficiencias.
La legislatura sigue condenada a la función testimonial por una falla similar: Carece de equipo técnicamente apto para el análisis presupuestal, que nutra a los diputados de criterios que den sustento a su postura y voto y que durante el ejercicio del gasto le aporte informes para que cumpla con eficacia su tarea constitucional de vigilancia. Esta falla induce al diputado en lo individual a sacarle “jugo” a la ocasión de diversos modos, algunos acordando sobornos y “favores”, otros pactando algo para sus respectivos distritos que puedan reivindicar como “méritos”.
Debido a esa tradición, el gobernante no tiene problema alguno para sacar adelante el presupuesto aunque los de su partido sean minoría, como lo vimos en Zacatecas en pasados sexenios.
La mejor versión de cambio de régimen es la de autocrítica colectiva, en donde los repudiados modos que provocaron el cambio son desterrados.
El cambio nacional ya es perceptible pero no en Zacatecas, dónde nos hemos quedados pasmados, inmóviles.
El rezago de nuestra entidad será más pronunciado y el efecto acumulativo será explosivo entre más tardemos en reaccionar.
AUSTERIDAD PARA LA PROSPERIDAD
En el mundo, la cultura de la austeridad en el gobierno genera prosperidad de la sociedad porque las funciones institucionales descansan en el talento humano, la disciplina, la inteligencia directiva y la experiencia más que en el dinero, ilustra la comparación con Suecia, entre otros.
En sentido opuesto, la cultura del derroche hace del dinero la herramienta cuasi-única y empobrece a la sociedad no solo al malgastar recursos que hacen falta para atender necesidades sociales sino porque desplaza al capital humano que se forjan durante años de estudio y trabajo, como lastimosamente constatamos en Zacatecas, dónde una gran cantidad de elementos capacitados para las tareas públicas son subordinados a jefes sin preparación que ocupan un cargo por ser pariente, amigo, participante en campaña y mil absurdas razones más.
Zacatecas tiene un nutrido y multidisciplinario capital humano que ha tenido que emigrar a zonas más generosas en oportunidades que su propia tierra que con resignación viven su vida lejos de los suyos porque en su estado de origen el más grande empleador es el gobierno en sus tres niveles y el reclutamiento de personal no busca capacidad sino incondicionalidad al grito de “adepto aunque sea inepto”.
En el estado y municipios es frecuente constatar que despiden gente con el mismo enanismo moral con el que se contrata, “entró por ser gente de fulano y es corrido por ser gente de fulano” nada importa si hace bien o hace mal su trabajo.
El gobernador turnó a la legislatura un paquete económico que no repara en que Senadores y Diputados Federales tendrán miles de millones de pesos menos de los ejercidos en años anteriores. Tampoco encontró significativo que la Suprema Corte, renegando y todo, redujo su presupuesto en miles de millones de pesos y unge como nuevo Presidente al único ministro que se declaró de acuerdo con la política de austeridad.
GASTO SIN LEGITIMIDAD
Si la clase gobernante local tuviera voluntad de fortalecer la cultura de austeridad ganaría mucho sacrificando poco.
Los magistrados sin vales de gasolina y de despensa no quedan desamparados, ¿Por qué en vez de seguro médico de gastos mayores no se afilian al IMSS?
Los diputados de la 63 Legislatura cosechan generalizado desprestigio social por su decisión de gastar en sí mismos el sobrante de “herramientas legislativas” mediante artificios que no engañaron a nadie. Este año dispondrán del dinero para dádivas ahora prohibidas (72 millones) mientras al campo reducen 50 millones.
Por semejantes absurdos, la gente reniega de pagar impuestos
Con este presupuesto perdimos una oportunidad de subirnos al tren del cambio
Nos encontramos en El Recreo
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