Por: Luis Medina Lizalde

En vísperas del inicio formal del cambio de régimen el primer desafío es imponer un frenón a los priviligiados ingresos de la élite burocrática nacional.  La resistencia empezó  en cámaras legislativas y juzgados.

La Cuarta Transformación de México tiene rasgos necesarios de destacar para una mejor comprensión de lo que podemos esperar:

Es la primera revolución pacífica de las cuatro, por lo que no es generadora de delincuencia per se como las anteriores, que parieron bandas armadas que una vez finalizada la etapa violenta, asolaban caminos y residencias.

A diferencia de cuando inician los regímenes emprendedores de las tres anteriores transformaciones, la población es casi absolutamente alfabetizada. 

El país está inserto en relaciones de interdependencia con el mundo (globalidad), variables decisivas de la conducción económica están al margen de control del gobierno nacional.

La revolución de las tecnologías de la información crea un nuevo bastión de poder ciudadano transnacional que le fija límites al Poder en provecho de las libertades.

 

El diagnóstico crítico que indujo a votar masivamente por la Cuarta Transformación es ampliamente compartido por pueblos y gobiernos del mundo, razón por la cual se anticipa un enorme apoyo internacional a la separación del poder político del económico, combate a la corrupción e impunidad y supresión de privilegios de la élite considerada una de las más “ventajistas” del mundo.

La primera línea de resistencia al cambio corre por cuenta de los Ministros de La Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyo conservadurismo extremo los conduce a invocar un argumento inadmisible según el cual la autonomía del juzgador tiene precio de mercado y se pone en riesgo si sus ingresos se ajustan conforme a la recién aprobada Ley de remuneraciones de los servidores públicos que establece algo de sentido común: que nadie gane más que el Presidente de la República.

 

  JUECES DE SU PROPIA CAUSA

 

La moralmente inaceptable postura de los apoltronados ministros de la Corte inspiró sendas reuniones de jueces y magistrados para diseñar la estrategia jurídica  de preservación de sus privilegios, aunque hemos de decir que no es la totalidad de miembros del poder judicial los que asumen una actitud tan poco solidaria.

Mucho ayudaría que los que insisten en romper el saco con su avaricia leyeran los registros de la pobreza de CONEVAL, INEGI o del Banco Mundial y demás organismos internacionales que coinciden en ubicarnos como uno de los países con más desigualdad.

Se anticipa un alud de amparos proveniente de los que cobran mucho dinero para otorgar o negar amparos a los mexicanos que lo solicitan, el primero lo interpuso la Magistrada Sonia Rojas Castro del Tribunal Colegiado En Materia del Trabajo con sede en Sinaloa, el 15 de Noviembre  y obtuvo una suspensión provisional.

La otra vía de resistencia jurídica es el Juicio de Inconstitucionalidad, siendo el Titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos el primero en mostrar el camino interponiendo personalmente el 23 del mes en curso y ante la Corte, un recurso impugnando diez artículos de la citada ley y dos adiciones al Código Penal Federal relacionados. Como podemos apreciar, el Poder de resistencia a los privilegios está en la cima del sistema y con toda impudicia una porción de la élite burocrática se dispone a preservar sus insultantes ingresos fungiendo como juez y parte.

Las cúpulas económicas no comparten la indignación ciudadana contra los altísimos ingresos de la élite política, saben que los necesitan avarientos, ansiosos por jugar en los mismos campos de golf y residir en las zonas exclusivas para los “triunfadores”.

La victoria del la mafia del poder es cultural, los que pueden ser felices sin lujos, los que saben disfrutar más de un buen libro que de un carro importado, necesitan de los que quieren vivir dónde los caballeros las prefieren rubias y las rubias los prefieren millonarios en dólares.

De eso hay muchos en puestos de gobierno, en cámaras legislativas, en dirigencias partidarias, lo que nada de malo tendría si en México no tuviéramos, según registros oficiales, a varios millones de seres humanos cuya comida del día depende de que alguien les dé limosna o a alguien pueda robar.

   

AFERRAMIENTO AL PASADO 

Lo sucedido entre el primero de Julio y la víspera de la rendición de protesta de AMLO ya evidenció  que además de los que se amparan y tachan de inconstitucional la ley que recorta privilegios, están los que se aferran al fuero,hoy escudo de delincuentes con investidura legal que será piedra en el camino de combatir la corrupción específicamente política.

En lo local la austeridad, no tiene abanderados sinceros en ninguno de los tres poderes, así lo acredita el sainete de “las herramientas”.

Nos encontramos el martes en el Recreo 

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