Por: Luis Medina Lizalde

Brota la crudeza de la enorme desigualdad salarial en que se debaten los empleados públicos. Los ministros de la Suprema Corte de Justicia reclaman seguir ganando más que sus colegas de los Estados Unidos (203 Mil Dólares al año los gringos, 360 mil Dólares al año los de México, sin incluir prestaciones) y en el otro extremo, los profesores no federalizados (en Zacatecas se agrupan en la sección 58), por enésima ocasión son amagados con el no pago de sus aguinaldos.

Arrancó la segunda temporada del Pacto “Por México” mediante la interposición de una acción de constitucionalidad en contra de la reducción del salario de la élite, los Ministros de la Suprema Corte de inmediato dictan la suspensión provisional de la reducción salarial a los sobre pagados empleados públicos que ganan por encima del Presidente de la República.
A escasos días de la discusión y aprobación del Presupuesto de la Federación y la cascada de aprobaciones de los “paquetes económicos” en cada estado, el debate de ambas realidades se intensifica entre la clase política de una manera muy distinta a como se discute entre la ciudadanía.

Pareciera que entre los políticos los sueldos de la alta burocracia y los de los modestos profesores no tienen relación entre sí.

Los simples mortales, en cambio, tienen claro que los altos sueldos y los bajos sueldos son cara de una misma moneda, que los unos existen como causa y efecto de que existen los otros.

LA REALIDAD NO SE MIRA IGUAL DESDE ARRIBA QUE DE ABAJO

Una economía injusta para la mayoría y exageradamente generosa para una pequeña minoría sobrevive con políticos codiciosos al frente, dominados por el afán de permanecer en el tren de la opulencia.

Los altísimos salarios en política han sido incentivo perverso que facilita el saqueo, el endeudamiento, la entrega de recursos naturales a extranjeros, la mundialmente famosa corrupción de la justicia mexicana, la impunidad de pillos con poder económico y político, etcétera.

La incapacidad de generar empleo hizo de los tres niveles de gobierno el refugio desesperado de muchos que se soñaban en otro ámbito profesional y laboral y la única manera de darles cabida es pagándoles poco.

En esta primera semana quedaron definidos los campos de la batalla política por venir: Los partidarios de que se mantengan los privilegios invocarán “estado de derecho”,” son necesarios contra pesos”, “Independencia de poderes” para defender lo indefendible.

Los convencidos de eliminar privilegios, conscientes de la relación entre sueldos exagerados salarios miserables razonan de otra manera: para que la cobija alcance los que ganan muchísimo deben bajarle dos rayitas y que los que roban dinero público deben de ir a la cárcel y devolver lo robado para que otros no caigan en tentación.

Estamos ante dos visiones que chocaran con inusitada energía hasta que una se imponga a la otra. En los años inmediatos los mexicanos optaremos entre concretar el cambio comprometido o la restauración del viejo régimen, como en Argentina y Brasil.

La gran prensa toma partido por la restauración, los partidos derrotados se asocian para enfrentar al que los venció cometiendo el descomunal error de revivir el pacto que los privó de identidad y los llevó a su más profunda crisis.

O CAMBIAMOS O NOS CAMBIAN

¿Qué hará Zacatecas para insertarse en los cambios nacionales? lo sabremos pronto.

La clase gobernante local tiene que conducirnos a la transición del actual esquema de gasto improductivo a uno que detone el desarrollo, entendido como el crecimiento económico con justicia social, requerimos de acceso a las grandes bolsas del presupuesto federal más allá del gasto corriente, implica elevar la calidad de la planeación técnica de los grandes proyectos de infraestructura seleccionados como idóneos y legitimación de los mismos, pero no lograremos atención del gobierno federal si seguimos como ejemplo de cómo no gastar el dinero público.

Los pronunciamientos respecto a la falta de 750 millones para el aguinaldo de maestros estatales se quedan en demandar recursos extraordinarios para tapar el hoyo heredado, sin buscar la fórmula definitiva que solo tiene dos caminos: la federalización total de la nómina magisterial o la asignación de recursos en el presupuesto local metiendo tijera a los bonos de productividad y subsidios socialmente improcedentes.

RUTINA ESTÉRIL

Las recetas ordinarias no funcionan en tiempos extraordinarios, es desalentador que la clase política ofrezca el penoso espectáculo de “cerrar filas” con el Gobernador al que involuntariamente retratan como débil y carente de alternativas ante una situación que tiene años de presentarse.

¿En Zacatecas no hay sueldos privilegiados, gastos prescindibles, recursos que resarcir?

No hay manera de quedar bien con Dios y el Diablo, apoyamos la opulencia en la Suprema Corte o la dignidad salarial del magisterio
Nos encontramos el jueves en El Recreo.

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