El PRI atraviesa hoy por una de las peores crisis de su historia, con altos índices de corrupción al interior de sus filas y en sus espaldas con la generación de gobernadores con mas altos señalamientos por desvío de recursos, enriquecimiento ilícito entre otros delitos que atentan en contra del erario, además de tener al presidente peor evaluado de los últimos años.
El PRI hoy se encuentra según las encuestas presidenciales en un tercer lugar, después de 6 años de gobierno de Enrique Peña, de igual forma señalado por corrupción, impunidad y con la peor ola de violencia que ha azotado a nuestro país y el cual lo ha puesto como uno de los países más peligrosos para vivir sin una declaración de guerra formal.
Como una gran idea, los estrategas tricolores propusieron a pesar de tener los peores números electorales postular como su candidato a un “ciudadano” y encontraron en José Meade la opción, creían que tendría un gran crecimiento al venderlo a la ciudadanía como un personaje sin militancia partidista y como un gran funcionario transexenal, que sin importar colores había trabajado por México. Lo peor, aun estaba por iniciar para los priístas que comúnmente se conoce como de “hueso colorado”.
A los viejos priístas, los han desplazado, ya que el nuevo PRI ha mutado y mejorado las malas prácticas de deshonestidad y corrupción y, con esto se han apropiado de candidaturas. El mejor ejemplo es el caso de José Antonio Meade, pero en Zacatecas abundan; por ejemplo tenemos la designación de la ex perredista Claudia Anaya y el verde Raúl Rodríguez Márquez a la candidatura por el senado de la república; sin una militancia partidista dentro del PRI fueron premiados (o perjudicados ya que ambos tendrán que solicitar licencia y renunciar a sus respectivos cargos público por una aventura política que no tiene mucho futuro con Meade a la cabeza); en la mesa quedó la aspiración de Adolfo Bonilla quien con una larga trayectoria personal y familiar dentro del PRI aspiraba por esta candidatura; desde luego no puedo dejar de mencionar a Miguel Alonso quien también aspiraba, mas que para ser senador, aspiraba para poder obtener fuero y así evadir la justicia por los millonarios desfalcos al erario de nuestro estado.
En las designaciones a diputados federales es a misma triste historia para los priístas de antaño, ni una sola candidatura es para ellos y en las pocas designaciones municipales y distritales locales que tenemos conocimiento ocurre lo mismo, en la capital ex panista, ex moreno, ex verde y hoy neo priísta Cuauhtémoc Calderón desplazo a Marco Ibarra y Juan del Real quienes ya tenían una trayectoria dentro de su instituto político de varios años y la mas triste con esto es Judit Guerrero que con este ultimo golpe termino perdiendo el poco de legitimidad que le quedaba, bueno, dentro de su partido.
Ojo, no con esto digo que en el PRI se le esta dando espacio a las nuevas generaciones, simplemente el dinosaurio cambio de piel, pero al final de cuentas sigue siendo el mismo. A los jóvenes los tienen en el olvido, si bien por ley tienen su secretaría de asuntos juveniles esta no trasciende y es dirigida por los hijos del dinosaurio, a los jóvenes egresados de su escuela nacional de cuadros, les basta una bonita chamarra y su reconocimiento; ellos que se supone son los jóvenes mas brillantes de las filas del revolucionario institucional no están contemplados hasta ahora dentro de candidaturas que pudieran llegar a ser ganadoras, están fuera de puestos clave dentro del gabinete del gobierno priísta y son precisamente ellos quienes pudieran darle un poco de oxígeno a este gobierno que a menos de dos años de entrar en vigor se encuentra entre los peores 10 calificados por la ciudadanía.
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