Por: Eva Gaytán

Hace unos días me topé con una publicidad de Vicky Form en Facebook, me pareció interesante, pues llama a las mujeres a que denuncien los acosos sexuales de los que son víctimas por internet, sólo requieres darte de alta y enviar un “pantallazo”.

Cuando ingresé seguí las instrucciones y realicé mi primera denuncia, la verdad lo hice consciente de que la medida es bien intencionada, sin embargo dudo que tenga eco y brinde una solución real al problema, pero ni pedo, algo es algo.

 Lo primero que pensé es que la medida iba a ser ampliamente criticaba por las de mi género por considerarla inútil, ya que la afectada realiza la denuncia pero la plataforma no brinda una solución más allá de que el registro del acosador queda en la plataforma y quienes hayan sido acosadas por él puede ver cuántos reportes tiene.

Mi sorpresa fue que la idea fue muy criticada pero por mujeres que aseguran que la empresa es de doble moral, porque oferta lencería provocativa para los hombres y ahora “se está colgando de un tema de moda”; así dice textualmente uno de los comentarios.

Incluso es doloroso leer que haya mujeres que sigan con el maldito pensamiento de que “el hombre llega hasta donde mujer quiere”, “la violencia deja hasta donde la mujer lo permite”, “no puedes exigir respeto si subes fotos casi encuerada”, “los hombres no son de piedra y si suben foto provocándolos qué pretenden que les digan? Que se casen con ellos”.

Si sólo se tratara de las redes sociales y de comentarios de mujeres desconocidas una diría: “chale, que pensamiento tan estúpido” pero cuando te enfrentas a una realidad cercana a tu vida y que quienes opinan este tipo de cosas son personas con las que convives se tienen dos opciones: 1) hablar e intentar explicar por qué no es verdad que “la violencia llega hasta donde la mujer lo permite” 2)alejarte de quienes siguen formando parte de un mundo misógino y se niegan a aceptarlo e incluso a abrir los ojos.

Hace unos días conversando con un conocido me aseguró que su ex novia era una puta porque lo dejó y desde ese día anda de “mega putotota” en la calle y en los antros, “es más, la culera hasta sube fotos a su feis y un vídeo cantando con sus amigas que por cierto son iguales de putas que ella, yo las ví del feis de un compa porque la perra desgraciada hasta me bloqueo y ya no puedo ver nada de lo que sube”

Lo escuché mientras las tripas se me retorcían:

YO: Osea que la andas espiando, pero dime ¿por qué te dejó?

ÉL: Por puta

YO: No, nadie llega con su pareja y le dice: “oye pendejo ya no quiero andar contigo porque soy bien puta”; si me estás contando lo que no me importa cuéntame bien ¿o el plan solamente es ir hablando mierda de ella?

ÉL: Es que neta, la puta nada más quería andar con sus amigas y yo le decía que no saliera con ellas, porque yo la quería y la quería bien, neta Eva, hasta me pensaba casar con ella, pero ella prefería estar con sus amigas y ya de ahí se hacían los pleitos hasta que me mandó a la chingada y me dijo que ella no tenía por qué cambiar su vida por alguien que no la valoraba.

YO: ¡Ah! Entonces te dejó por manipulador y posesivo.

ÉL: No me insultes, te estás pasando. ¿Por qué me dices así? Si se supone que eres mi amiga y no de esa puta.

YO: No te estoy insultando, te estoy preguntando, por cierto déjame hacerte otra pregunta: tú le estás diciendo puta, perra, desgraciada y culera a ella y no te parece insulto, pero te digo manipulador y posesivo y te enciendes ¿por qué?

ÉL: Pinches viejas, son todas igual de putas.

Se fue y no me explicó por qué es malo decirle manipulador y posesivo.

Supongo que ese sujeto no me volverá a hablar, pero ya no me importa, por el contrario diariamente ingreso a Feis y checo en el timeline las publicaciones de mis contactos y diariamente, tiro por viaje, elimino a una persona conocida o desconocida en la vida real, todo por sus publicaciones ofensivas y mierderas en contra de las mujeres y honestamente espero que la gente haga lo mismo de allá pa’ acá si algo de lo que yo hago les ofende o lastima.

En fin, la conversación con este sujeto me permitió darme cuenta que hay hombres que pretenden hacerse pasar por víctimas de las malditas e infernales mujeres, pero lo interesante es que se hacen pasar por tiernos corderos porque saben que entre sus conocidas, amigas, familiares y contactas siempre saldrán más de 10 a defenderlos de aquellas que los han lastimado.

Incluso en charlas para denostar mujeres pretenden que siempre se esté de acuerdo con ellos y se les respalde en contra de una maldita vieja puta que los dejó porque quería andar con sus amigas, ¿quién se cree esa tipa para imaginar que es dueña de sus decisiones y por pretender salir y convivir con quien ella quiera si ese pobre hombre hasta se pensaba casar con  ella? (léase esta parte con sarcasmo por amor de Dios).

Esta semana, afortunadamente aprendí que insultar a un hombre podría ser hasta pecado, pero insultar a una mujer es normal, es más, si le buscamos poquito hasta puede ser una conducta sana que permite librerar las frustraciones que los inocentes hombres tienen almacenas en su alma pura y blanca. (OBVIO NO)