Lucía Medina

Los partidos políticos en Zacatecas podrán acceder hasta a 104 millones de pesos de financiamiento público y privado para las campañas en caso de que tengan candidato a gobernador, a las 18 diputaciones de mayoría y a los 58 ayuntamientos.

De acuerdo con información de la autoridad electoral, los candidatos a gobernador podrán gastar en sus campañas hasta 34 millones 729 mil pesos, mientras que los candidatos a diputados pueden invertir desde un millón 714 mil pesos, hasta 2 millones 247 mil pesos (el tope para los 18 distritos es de 34 millones 721 mil pesos) , en función del tamaño del distrito.

 

Por otro lado, los candidatos a alcalde que más podrán gastar en campaña, son los de Fresnilo con un tope de 4 millones 885 mil pesos, Guadalupe con 3 millones 956 mil pesos y Zacatecas con 3 millones 257 mil pesos, en tanto que los de Susticacán, por el tamaño del municipio, no podrán sobrepasar los 39 mil pesos, los de Joaquín Amaro no deberán rebasar los 47 mil pesos y para los de El Salvador su límite será de 57 mil pesos. El límite para los 58 municipios también es de 34 millones 729 mil pesos.

Los topes de gastos de campaña se definen con base en la cantidad de ciudadanos que estén inscritos en la lista nominal del estado, distrito o municipio.

Para allegarse de recurso, los partidos políticos pueden recibir tanto financiamiento público como privado. Este último puede provenir de aportaciones de militantes y simpatizantes, en efectivo o en especie.

Según lo estipulado por el INE, los partidos políticos nacionales, para la presente elección, pueden recibir hasta 105 millones por parte de sus militantes y hasta 42 por parte de sus simpatizantes.

Dichos recursos pueden ser asignados a todos los estados con elecciones y distribuidos a discreción a sus diferentes candidatos, siempre y cuando no rebasen los topes de campaña.

Cabe destacar que en México está prohibido que cualquier candidato reciba, de forma directa, financiamiento privado, sin embargo, se han cuestionado las aportaciones legales que hacen simpatizantes y militantes a través del partido, para apoyar a algún candidato, y que más tarde “se cobran” durante su gestión.

Son abundantes las denuncias sobre las donaciones que hacen, por ejemplo, constructores a los partidos para impulsar a determinados candidatos, mismos que una vez que llegan al cargo, deben devolver el favor con la asignación de contratos de obra pública, por ejemplo.