Por: Yolanda Alonso

Se dice que en Colinas del Padre hay de todo y es como una ciudad aparte. He escuchado este comentario docenas de veces, unas de vecinos que lo dicen con orgullo y otras de visitantes que se sienten abrumados en sus calles. Y es cierto, en Colinas te puedes encontrar de todo, aunque fue planificado como una zona residencial con su área comercial bien definida, te puedes encontrar en medio de las casas desde una bodega de materiales, un taller de aluminio, un consultorio, una tienda de uniformes médicos, negocios de renta de mobiliario, diferentes ofertas de comida, clases de Taekwondo e inglés para los niños, estéticas y por supuesto, no podían faltar los salones de fiesta.

Yo vivo entre dos salones y un Oxxo. Si hubiera sabido desde un principio definitivamente no me hubiera endeudado con la casa y es que este tipo de emprendimientos generalmente están camuflados, aparentan ser domicilios particulares, no hay nada que los identifique salvo la intensa actividad que mantienen, a veces, hasta cuatro días a la semana.

Cuando nosotros confirmamos que uno de los focos de ruido de la calle se trataba de un salón de fiestas y no de un vecino demasiado sociable y de familia extensa, interpusimos una queja a través de la línea de atención ciudadana en la Presidencia Municipal de Zacatecas, esto fue en septiembre del año pasado. Era tanto el ruido y la agresión que sentíamos al no poder estar tranquilos y descansar en nuestro propio hogar que decidimos mudarnos temporalmente y dar tiempo a que la situación se normalizara, mientras tanto daríamos oportunidad a que se atendiera nuestra queja.

Este año nos planteamos la idea de regresar a nuestra casa, sin embargo, nos percatamos de que la actividad del salón se mantenía así que al dar seguimiento en la presidencia nos entregaron una respuesta donde la dueña de la finca aseguraba que se trataba de su casa particular donde se habían celebrado unas cuantas fiestas familiares. Así que mostramos las evidencias de una página de Facebook donde se ofertan los servicios como salón de fiestas y la queja volvió a activarse. En este proceso nos hicimos una pregunta ¿Qué se necesita para abrir un salón de fiestas? Y además ¿Se puede abrir un negocio así en cualquier lugar? Fue a través de distintas indagatorias en la presidencia que sacamos las siguientes conclusiones.

Los salones de fiesta son considerados negocios de alto impacto, es por ello que están sometidos a más requisitos y verificaciones que cualquier otro giro comercial. En primera instancia se debe acudir al departamento de permisos y licencias de la presidencia donde tienen la información completa, pero lo de lo que nos explicaron resumo lo siguiente:

  1. Hay un permiso que se tiene que tramitar y pagar.
  2. Se tiene que realizar una verificación por parte de protección civil para asegurarse de que el lugar es seguro, esto quiere decir, que cuente con salidas de emergencia, que el piso no sea resbaloso, que haya extintores, etc.
  3. Se tiene que tramitar un uso de suelo para salón de fiestas, que tiene varios requisitos como un determinado número de cajones de estacionamiento y lo más importante la anuencia de los vecinos, todos deben firmar un documento manifestando su conformidad e incluso proporcionar copia de su IFE para poder verificar que la firma sea real.
  4. Se tiene que tramitar una licencia ambiental por el exceso de ruido.
  5. En el caso de zonas residenciales como Colinas sí se otorgan permisos pero estos tienen que manejar un horario hasta las 9 pm y por otra parte no se permite el consumo de bebidas alcohólicas.

Quise enlistar lo anterior, en principio, porque la mayoría de salones de fiestas que se establecen lo hacen sin cumplir con ninguno de estos requisitos; quienes se proponen hacer un negocio por lo bajo, al margen de todo orden, piensan que se trata de dinero fácil y de una mínima inversión sin tomar en cuenta las afectaciones que hay para el resto del vecindario.

Quien contrata este tipo de lugares generalmente da por hecho que se trata de lugares formalmente establecidos pero hace falta asegurarnos de esto ya que de lo contrario ponemos en riesgo incluso a nuestra familias al no existir ningún tipo de medida de protección civil.  Y como vecinos tenemos también la responsabilidad de denunciar e inconformarnos, un salón de fiestas no es solo la molestia del ruido, sino desorden público, consumo de bebidas alcohólicas en la calle, bloqueo de nuestras cocheras y devalúo de nuestras propiedades. Aún así y a pesar de todo, hay quienes prefieren tolerarlo antes que manifestar su inconformidad bajo la excusa de no querer meterse en problemas. No se dan cuenta que los problemas ya están ahí, en la puerta de sus casas.

En nuestro caso ha sido fecha en que no se ha podido notificar a la dueña de la finca por tanto es como si nada hubiera pasado, el salón puede seguir funcionando en medio de la ilegalidad sin que nadie lo impida. Lamentablemente no se trata solo de este salón, al menos en la segunda sección identificamos cuatro negocios que ofertan servicios similares a través de Facebook.

Desde mi punto de vista la situación está completamente fuera de control, la pregunta es por qué una vez que tienen conocimiento de este tipo de lugares las autoridades tardan tanto tiempo en actuar y lo más importante, por qué lo permitimos como vecinos, por qué estamos dispuestos a sacrificar descanso, tranquilidad y seguridad antes que inconformarnos. Por qué.